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Red a pie

La red a pie es un tipo de red de pesca cuya invención tuvo por objeto pescar en las orillas de la mar sin embarcación, usándola dos o más pescadores, a cuyo efecto se meten en el agua hasta el pecho para tirar de ella y rastrear o barrer las playas arenosas que lo permiten, arrastrando hacia la orilla.

Consta por lo común de bandas y copo a imitación del boliche, pero el total de su largo no excede regularmente de veinte a treinta brazas: el ancho de las bandas es de dos brazas y el copo, de la misma dimensión en sencillo. Con la diferencia de que la malla de aquellas es de a pulgada en cuadro y de media la del copo. Se observan, sin embargo, notables diferencias según donde se use, incluso varia su forma de pescar.

De este penoso modo de pescar, como manifiestan las aptitudes de los dos pescadores, los cuales con agua hasta el pecho y mediante un esfuerzo bastante violento arrastran la red que va barriendo el fondo de la playa hasta que se cansan o el terreno se lo permite, en cuyo caso juntándose y saliendo a la orilla, sacan la red a tierra para coger los peces que en sus repetidos lances llegan a abarcar y de este ejercicio procedió la denominación de “red de a pie”

Duhamel habla de la misma red y dice que en algunos parajes los labradores se emplean a pescar con ellas, usando de los caballos y de sus carros.

En el caso de nuestra playa, podemos aún recordar hace no más de treinta años, las puestas de sol de verano, donde se mezclaban los pescadores de tarraya con los grupos de jóvenes que utilizaban al caer la tarde la red de a pie para sacar algunos abures, lisas y otras especies que luego podían disfrutar en las barbacoas que en esas fechas se hacían incluso en las playas.

Fue en los últimos tiempos disfrute de los pescadores jóvenes a semejanza de otros tiempos donde nuestros abuelos lo hacían para poder llevar algo de alimento a sus casas, alternándolo con otras pesquerías de playa, cuando era posible.

“Ante la necesidad, familias enteras salían a pescar, pero los más pequeños no podían salir a alta mar. Juntos en la orilla de la mar rastreaban y barrían sus playas sin parar, en busca de alimentos que llevarse de la mar, donde lugar a este arte de pescar”.