Tarraya
Se trata de una red, cónica de construcción, fabricada con malla de nylon cuya luz disminuye del ápice a la base de manera que pueden distinguirse tres partes diferenciadas: anilla (ápice), capa y bolsa (base). Se encuentra orillada por una tralla de plomos a los que se une la red formando en ciertos casos braguerotes.
Dispone de unos cabos que se unen a la tralla de plomos y que, en conjunto, pasan por una anilla metálica que remata el ápice recogiéndose en otra anilla. De esta última parte un cabo o jareta, de una longitud aproximada del doble del diámetro del arte extendido, que se mantiene unida a la muñeca – mano contraria a la que lanza – del pescado mientras lo emplea
Se pesca desde la orilla, metido en el agua, o incluso desde un bote, cuando el pescador detecta un cardumen de pescado. Desde el agua, maniobra y lanza la tarraya de tal forma que esta cae al agua completamente abierta, formando un circulo la relinga de plomo que se hunde rápidamente, manteniéndose abierta, atrapando el cardumen. A la vez, tirará de la jareta del arte, que tiene cogida en la muñeca de la mano contraria a la que lanza, cerrando la relinga de plomos. De esta forma, el pescado queda embolsado.
Don Antonio Sáñez (s. XIX), autor del diccionario histórico de los artes de la pesca nacional, describía así el uso de este arte de pesca: “se toma la red, a modo de madeja dándole dos o tres vueltas con la mano izquierda por la parte de la corona, pero muy flojas y, con la que queda colgando, se dan dos o tres sacudidas en el aire para que, si esta cogida en algún pliegue, se desenrede. De esta propia parte que arregla toma con los dientes uno de los lomos, de manera que entre ambas manos y los dientes tiene preparada y dispuesta la acción”
“La pesca calma el espíritu y modera las pasiones. Quien lo practica con paciencia, solo obtiene satisfacciones”.
La mejor forma de resumir este arte de pesca lo trasluce la frase que encontrarás en la habitación en colación con el dibujo que lo representa: “Si rodeamos con un plomo el paraguas que formará y lo lanzamos al aire con e arte de pescar tenemos en nuestras manos una tarraya y no más”