Santa Isabel
Está usted ante la habitación que da nombre a la mina, cuando se intenta explotar por Don Salvador J. Sánchez Manzorro, según escrito presentado en el Gobierno Civil de una mina de azufre, nombrada Santa Isabel del término de Conil, al sitio que llaman La Mina, lindante al Norte con el arroyo de la Mina, S-E con casas abandonadas y tierras de don Juan y José Borrego, y al O-E con tierras de los herederos de Don Manuel Palomino, haciendo la designación de dos pertenencias en esta forma: 1ª Partiendo del centro de una labor antigua que se cree ejecutada para quitar escombros de los trabajos que se hicieron en otro tiempo por cuenta del Estado, se miden 100 metros en dirección a 50º Norte, desde ese punto en dirección a Sur se medirán 200 metros, colocando segunda estaca; desde esta en dirección O-E 300 metros, tercera estaca, y de esta en dirección Este se medirán 200 metros.- La segunda pertenencia se marcará con una estaca a los 200 metros en dirección Norte partiendo de la cuarta, 300 metros en dirección Este y se colocará la sesta estaca, desde esta en dirección Sur se medirán 200 metros, sétima estaca, y se volverá a la cuarta.
En tanto en este año de 1865 se intentaba explotar la mina por distintas empresas y en diferentes pertenencias, en el mundo se hablaba de la muerte por asesinato del que hasta esa primavera había sido uno de los presidentes mas emblemáticos de los Estados Unidos, Abraham Lincol, a quien se atribuye la abolición de la esclavitud.
En nuestra localidad durante los siglos XVIII e inicio del XIX, en el calamento de las almadrabas por el Ducado de Medina Sidonia, nuestro sector pesquero artesanal, se sintió muy esclavo de las actitudes de quienes administraban esas almadrabas en nombre del Duque, impidiendo que pudiesen desarrollar su actividad pesquera local con los faluchos de jábegas, y fue tanto dicho enfrentamiento que concluyeron llevando a las Cortes sus discusiones por el sistema de calado, pero detrás yacía el interés de eliminar ese privilegio.
Este municipio consideró que las actividades de pesca con jabega, debían tener su reconocimiento y de ahí el monumento al “Jabiguero” que se encuentra en la parte superior del acantilado entre el Chorrillo y la Fontanilla, cerca de donde en su día se ubicó la antigua Torre de la Atalaya. Las vistas que desde allí podemos tener nos dan una imagen espectacular del tesoro que Conil mezcla, entre los verdes de los campos, el blanco dorado de nuestras playas, el azul del mar, así como el arco iris de colores que los crepúsculos nos regalan cada tarde y cada amanecer.