Sastre
Natural de Zamora (1948), si bien desde muy niño se traslada a Ceuta donde crece y estudia Magisterio. En el año 1973 se traslada a Conil donde reside hasta la actualidad. Un conileño de adopción que por el año 1980 visita la mina con algunos amigos, y que al localizarla se produce la lógica confusión, dado que lo que contempla ante sus ojos nada tiene que ver con una mina abandonada. Cuando reanuda el curso siguiente le propone a sus alumnos de octavo iniciar un trabajo de investigación, redacción de cartas, visitas, localización de documentos, encuestas, exposiciones… y un largo etc, que se continua a lo largo de su periplo como maestro hasta octubre de 2012 que se jubila. Tiene dos pasiones que continua forjando: coleccionista de minerales y la mina de azufre de Conil.
Se han realizado publicaciones en la revista EDUCA durante tres años, un trabajo denominado “Conil en la historia de España. La mina de Azufre” logrando el primer premio Fernández Pozar de investigación en 1989, un precioso cómic sobre la historia del azufre de Conil; y actualmente está trabajando en la redacción de un libro sobre la materia.
Se encuentra usted en la habitación que nuestro hostal le dedica al mayor conocedor y erudito en la materia sobre el azufre de Conil, alguien que al llegar a Conil se enamora tanto que decide hacer su vida para siempre aquí y que sus hijos y nietos, no fueran conileños de adopción sino de nacimiento. Nuestro municipio nunca podrá agradecer tanto cariño y pasión, y por otro lado es una invitación clara a que usted ahora intente al menos descubrir un poco de nosotros. La Mina es una excusa perfecta para que pueda disfrutar de las múltiples posibilidades que se nos ofrece en este territorio que hemos convertido en un pequeño cofre de sorpresas desde este hostal para que usted lo descubra
Contemple desde el puente que le lleva a cruzar el río Salado en dirección a un paraje natural como el Prado Castilnovo, este rio que durante tantos años fue esencial en la vida y economía de nuestra tierra, y que hoy nos llama a practicar todo tiempo de actividades. Está cerca de esta residencia, a un paseo corto pero intenso con unas vistas espectaculares, que en los días claros nos hace contemplar con mucha nitidez las costas de África que se se alzan desde el Cabo Espartel, y donde al caer la noche vemos a lo lejos el faro de Trafalgar que nos indica que sigue erguido esperando ser siempre guía de un paraje sin igual.